El 2023 de las criptomonedas, la situación actual del Bitcoin y las previsiones
Se acerca el 2023 y el Bitcoin sigue devaluándose con cada mes que pasa. Para tratar de analizar su futuro próximo repasamos todo lo que le espera al mundo de las criptomonedas en el año que viene.
07 Diciembre 2022
|Para absolutamente nadie es un secreto que la situación actual del mercado de criptomonedas no está pasando por su mejor momento. Después de dos grandes años de auge del precio del Bitcoin, entre el inicio de 2019 y finales de 2021, el criptoactivo por excelencia ha sufrido grandes caídas en su valor de mercado, llegando incluso a arruinar a grandes fondos de inversión y a perder grandes sumas de dinero al inversor inexperto.
Son muchas las personas y medios que aseguran que Bitcoin aún no ha tocado fondo y que es una pésima oportunidad de inversión, y otras tantas las que piensan que el mercado de criptodivisas volverá a alzar el vuelo, consiguiendo así volver a superar su pico de valor máximo en algún momento. Pero como nadie es capaz de predecir lo que realmente pasará, y como el año se acerca irremediablemente a su fin, trataremos de analizar la situación de las criptomonedas en 2023.
Primero de todo, nos gustaría resaltar que este artículo no anima ni a invertir en criptomonedas ni a retirar todo para tratar de salvar los muebles de una mala inversión, es simplemente una aproximación a lo que podría pasar en este mercado en el próximo año. Y segundo, el artículo irá centrado en la joya de la corona de las wallets, el Bitcoin. Una vez sentadas estas bases, comencemos.
La historia detrás de las caídas del Bitcoin
Como hemos apuntado antes, el Bitcoin está en un fuerte periodo de recesión desde que situara su pico de valor al superar los 66.000 dólares en noviembre de 2021. Desde entonces no ha hecho más que bajar, situándose en los 16.000 dólares en el momento de redacción de este artículo. Traducido a porcentajes, esta caída supone un 77% menos de valor con respecto al inicio del ciclo de desplome. Y hablamos de ciclo porque este nuevo comportamiento del Bitcoin no es ni tan nuevo ni tan irregular como podría parecer.
En esta primera gráfica se puede ver cómo desde la creación de Bitcoin hasta finales de 2018 hubo varios altibajos. En el primero se llegó a alcanzar un valor de 1.182 dólares hasta que se inició un descenso durante 403 días de casi el 87%, dejando a la criptomoneda en tan solo 153 dólares en enero de 2015. Todo parecía indicar que Bitcoin había resultado una mala idea de inversión para el que se hubiera montado en la ola demasiado tarde. Y es que, si en la actualidad el desconocimiento en los criptoactivos es grande, en ese momento era aún mayor.
Solo hace falta echar un ojo a las noticias de esa época para conocer la opinión mediática que existía. El diario británico The Guardian publicó el siguiente artículo el 17 de diciembre de 2014: Bitcoin es la peor inversión de 2014, pero, ¿se puede recuperar?'. En él se explica la caída del valor de la criptomoneda por diversos factores, entre los que se encuentran la quiebra de MtGox (el único exchange de Bitcoin del momento, una serie de hackeos y el ostracismo de la moneda. Se cataloga a la criptodivisa de falsa, se compara con la caída del valor de la bolsa griega y del peso argentino y se acaba el artículo hablando de la mala situación de la todavía poca prestigiosa Dogecoin, con un "vaya criptomoneda. Muchas muertes innobles".
Lo más visto
Pero mientras unos veían la muerte de este nuevo mundo otros vaticinaban un repunte en su valor al comenzar algunos grandes comercios a aceptar pagos con Bitcoin y al verse un grandísimo crecimiento en las wallets de los consumidores. Y acabaron teniendo razón, ya que en el primer mes de 2015 hubo un punto de inflexión en el valor del Bitcoin y se inició el segundo periodo alcista, esta vez de casi tres años. En él su precio se llegó a situar en los 19.294 dólares en diciembre de 2017.
Esta segunda gráfica comienza con el segundo periodo bajista de la historia de la criptomoneda, el cual duró 354 días y llegó a rebajar su valor hasta los 3.132 dólares, lo que supuso una caída del 83%. Las causas de esta bajada vuelven a ser diversas: la venta masiva de Bitcoins al haber alcanzado un gran valor, los rumores de que algunos países estaban planteándose prohibir el comercio de criptomonedas, el hackeo y robo de millones de dólares en la criptomoneda... Otra vez surgieron voces que pronosticaban el fin de este tipo de inversiones y otras que auguraban una nueva subida en un futuro próximo.
Por segunda vez en esta historia, estos últimos estaban en lo cierto, y el precio del Bitcoin vivió un nuevo repunte apabullante. Esta subida duró casi 3 años y significó un nuevo máximo histórico para la criptodivisa, llegando a los 68.789 dólares. Pero entonces llegó el noviembre de 2021 y con él un pésimo momento para los poseedores de este activo al iniciarse un nuevo periodo bajista. Periodo que dura hasta la actualidad y que de momento lleva 389 días, en los que el precio se sitúa en torno a los 17.000 dólares, certificando una caída del valor del 77%.
Un presente y futuro incierto
Qué pasará ahora es muy difícil de saber. Si atendemos a las históricas fluctuaciones del mercado del Bitcoin debería llegar un nuevo repunte que volviera a romper el máximo previamente establecido. Por una parte, si bien la actual bajada de 53.000 dólares es una barbaridad y ha supuesto la ruina de muchas fortunas, no deja de estar por debajo del porcentaje de caída de las dos anteriores recesiones, 86% para la primera y 83% para la segunda. En la presente vamos por un 77%, por lo que se podría esperar una mayor caída hasta caer a los temidos 10.000 dólares de valor, en el caso de que llegara al 85%. Por otra parte, si atendemos al tiempo, los dos anteriores periodos bajistas duraron 403 y 354 días, por lo que el plazo actual se encuentra entre esos lapsos de tiempo. Es decir, que la situación actual no se sale de la normalidad que ha planteado el mercado del Bitcoin históricamente. Por muy grandes que sean las cifras no vamos a descubrir ahora la inestabilidad de este mercado.
Situación general de los mercados muy inestable, inflación, guerra...
Aparte de la relativa normalidad actual de la situación del mercado de las criptomonedas, encontramos también una fuerte caída del precio de las acciones de muchas de las grandes empresas con capitalizaciones de miles de millones de euros. El NASDAQ, el segundo mercado de valores más grande de EE. UU. y bolsa de valores con más volumen de intercambio por hora del mundo, ha caído en el último año un 24%; Netflix un 48%; Meta un 61%; Amazon un 45%; Disney un 34%; y así un larguísimo etcétera de las más ricas compañías del mundo. Estamos viviendo un fuerte periodo de recesión en el que nos está asolando una gran inflación y una guerra, situaciones con las que el mercado se resiente fuertemente, del que el Bitcoin no es ajeno y que puede explicar también parte de la bajada de su valor.
Caída de FTX, Celsius y Luna
Pero tampoco se trata de justificar la mala situación del Bitcoin con todo lo comentado, como si fuera lógico que esto iba a pasar y asegurando que mirando a la historia del criptoactivo la tendencia volverá a ser positiva y hará ricos a todo aquel que se atreva a invertir. Porque no nos engañemos: la situación del ecosistema de las criptomonedas tiene mala pinta.
Lo más nuevo
El pasado mes de noviembre se vivió una de las situaciones más críticas en la historia de las criptodivisas al declararse en bancarrota FTX, la cuarta plataforma de exchange con mayor número de usuarios en el mundo. Esta compañía ha pasado, en menos de un año, de estar valorada en 40.000 millones de dólares a desaparecer. Una mala situación financiera de la empresa alarmó a sus usuarios y derivó en una retirada masiva de las inversiones, lo que mató económicamente a FTX. Este caso ha supuesto otra traba más para la confianza de la industria y seguramente provocará un endurecimiento de los reguladores de los diferentes países y las licencias serán más difíciles de obtener, aseguró el director ejecutivo de Binance, la plataforma de exchange líder.
Y FTX no es la primera plataforma en caer este año, ya que Celsius Network se declaró en Bancarrota en julio de 2022. Se repitió en este caso la misma situación que en el anterior, una deuda gigantesca y una escasa liquidez para hacer frente a los costes de restructuración. Un mes antes, la plataforma había suspendido todas las transacciones entre clientes y vetado la retirada de capitales. Es decir, un corralito de toda la vida.
Pero no solo caen las plataformas. La crisis ha hecho derrrumbarse también a algunas criptomonedas. Quizás, la más dura hasta el momento es la de Terra, que ha pasado en solo 7 meses de tener un valor de más de 100 dólares al apabullante 0,0001 actual. Además de la de su criptodivisa estable, UST, que perdió su paridad con el dólar y desplomó su valor hasta los dos céntimos por los que se sigue moviendo.
El próximo 'halving' y la esperanza de los inversores
Lo que para algunos será un gran desconocido, para otros el hablar del próximo halving puede provocar unas cuantas sonrisas. El halving, que literalmente significa 'reducir a la mitad', es un mecanismo prediseñado que se repite cada cuatro años aproximadamente y provoca que cada vez se produzcan menos Bitcoin. Esto es así porque, por cada bloque generado en al inicio de la criptomoneda, se recompensaba al minero con 50 Bitcoin.
Después pasó a 25 BTC, después a 12,5 BTC y ahora vamos por los 6,25 BTC. Esto provoca una clara reducción en la cantidad de Bitcoin que genera la red y, por tanto, una limitación en la oferta. ¿Por qué se hace esto? Para hacer que la producción de Bitcoin no sea infinita, por lo que con este método llegará un momento en el que no se añadan nuevos BTC al mercado. De hecho, desde un principio la intención es que se generen 21 millones de Bitcoin, de los cuales ya se han minado alrededor del 88%.
Con el halving se logra evitar la inflación y se consigue una subida del precio del Bitcoin en el caso de que la demanda se mantenga. Después de los tres halvings que ya lleva el mercado, se ha incrementado mucho el valor de la criptomoneda. Esta es una de las mayores razones para que los inversores confíen en una nueva subida de las criptomonedas. El próximo halving está previsto para el 2024, cuando la recompensa por bloque generado bajará a 3,125 BTC.
El desafío de la adopción
Algo que esperan los inversores que suceda algún día es una gran adopción de las criptomonedas. Esto es la posibilidad de que se haga uso de los criptoactivos en las transacciones que la población realiza en su día a día, dejando así de ser meros productos especulativos y de inversión. Esto sería tremendamente beneficioso para afianzar la confianza de las personas en las criptomonedas, al otorgarles una utilidad real con la que comprarse cosas tangibles. Y no solo eso, sería un gran paso para la aceptación de este tipo de divisas por parte de los gobiernos y regulaciones de cada país.
El precursor de esto ha sido El Salvador, al convertirse en el primer país en adoptar el Bitcoin como moneda oficial junto con el dólar. Pero esto se ve muy lejano para los países occidentales con fuertes intereses en el uso del dinero tradicional. Para conseguir una adopción de las criptomonedas se necesita una administración gubernamental que apoye la iniciativa y que no ponga trabas regulatorias ni restrictivas.
Nuevas regulaciones para el 2023
El endurecimiento de las políticas monetarias de los bancos centrales ha provocado la huida de muchos inversores, junto a la pérdida de confianza en los criptoactivos y en las plataformas de exchange. Hasta ahora los desintereses de los gobiernos en aceptar las criptomonedas han resultado una gran cortapisa para su afianzamiento. Y parece que lo seguirá siendo en su futuro cercano.
En España, por ejemplo, a partir del 1 de enero de 2023 habrá que declarar las criptomonedas en la declaración de la renta. Esto es una medida que ha desarrollado la Ley Antifraude y recoge tanto la posesión de criptomonedas en el extranjero como las que estén en España. Eso sí, solo será necesario para las personas que posean más de 50.000 euros en monedas virtuales. A partir de los años próximos, la declaración será obligatoria si el incremento de la wallet de un inversor supera los 20.000 desde la última declaración.
Otro caso europeo de regulación de las criptomonedas es el de Italia. Este país se está preparando para endurecer su política fiscal en lo que al comercio de monedas digitales se refiere. Esta nueva propuesta de ley elevará la tasa de impuesto para las ganancias de criptomonedas a un 26% a partir de 2023. Esta medida sigue la línea de otros países europeos que también están trabajando en diferentes medidas de gravamen de los beneficios provocados por la venta de criptomonedas.
Pero no todas las medidas van a ser perjudiciales para los inversores, y es que algunos países del viejo continente se están sumando al otorgamiento de licencias a plataformas de exchange, las cuales permiten que operen en los territorios con mayor facilidad. España, Francia, Italia, Grecia y Chipre, entre otros, ya están en la lista de los países que han dado luz verde a estas empresas.
Entonces, ¿qué será de las criptomonedas en 2023?
Ojalá tuviéramos una bola de cristal con la que ver el futuro de las criptomonedas y conocer qué hacer exactamente con cada inversión, pero eso es imposible hasta para los más expertos en el tema. Como hemos indicado al inicio del artículo, esto es solo un pequeño análisis de lo que le puede esperar a las criptomonedas en el 2023. La única recomendación que podemos hacer es que hay que invertir con cabeza y con un dinero que no sea necesario para el día a día del inversor. Con eso, la situación del Bitcoin y de las criptomonedas podrá preocuparte, pero algo menos.