@Mehaniq via Twenty20
¿Estamos ante una nueva crisis puntocom encabezada por el crash de las criptomonedas?
El mercado tecnológico se ha desplomado en los últimos seis meses. La bolsa ha bajado, las criptomonedas se han hundido, y los NFT... bueno, los NFT. ¿Estamos ante una nueva crisis puntocom como la que asoló internet en los años 2000?
13 Mayo 2022
|Las empresas tecnológicas han sido el refugio al que acogerse durante los últimos años. Un valor seguro que ha sorteado varias recesiones y hasta soportado una pandemia histórica con una fortaleza increíble.
El índice de referencia Nasdaq (que aglutina los principales valores tecnológicos) arrancó la década de los 2010 con 2.000 puntos, mientras que en noviembre del año pasado coqueteaba con los 16.000.
Una tendencia al alza que parecía no tener límite y que, según muchos expertos, jamás volvería a repetir un crash como el estallido de la burbuja puntocom del año 2000, que se llevó por delante a miles de empresas de internet. En aquella época internet era más una utopía de futuro que otra cosa, y ahora la red es real y está presente en nuestro día a día a todas horas.
Sin embargo, el Nasdaq inició en diciembre de 2019 una caída que todavía no ha terminado y sigue siendo difícil de digerir. Durante este medio año nos hemos enfrentado a una inesperada guerra en Ucrania, a una inflación insólita provocada por una crisis energética peculiar, y a una cadena de suministros globales en constante disrupción.
Pese a todo, no hay un elemento claro, una fecha concreta, o una razón específica que explique la situación que estamos viviendo. La pregunta del millón es, por tanto, si estamos ante una corrección puntual algo más larga de lo habitual o de verdad ha llegado el invierno a la inversión tecnológica, y de qué magnitud será la catástrofe.
Criptomonedas y otros menesteres
Aparejada a la crisis bursátil de las empresas tecnológicas estamos viviendo un verdadero crash de las criptomonedas y otros productos asociados. El bitcoin lleva unos meses siguiendo una evolución casi paralela al Nasdaq cotizando a esta hora sobre los 28.000 dólares, cuando en noviembre se vendía por casi 65.000.
Lo más visto
Mención aparte para los NFT, que parecían la panacea y el futuro hace apenas un año y ya nadie quiere saber de ellos. El emprendedor que pagó 2,9 millones de dólares por el NFT del primer tweet de su fundador Jack Dorsey llora ahora amargamente porque apenas le ofrecen 6.000 dólares al intentar revenderlo.
Un mercado histérico
Entonces, ¿por qué está pasando todo esto? Difícil es encontrar una sola o verdadera razón. Como en un tornado, estamos ante la concatenación de una serie de fenómenos, algunos de difícil control o previsión:
- Una racha de ganancias -muy- duradera: como hemos comentado, la subida del Nasdaq parecía no tener fin. El comportamiento de cualquier economía es ir subiendo con correcciones puntuales, y en muchos valores tecnológicos llevábamos tiempo sin ver ninguna bajada. Simplemente, ya tocaba.
- Resaca del coronavirus: durante la pandemia muchos particulares optaron por no gastar y ahorrar dinero, y la fortaleza con la que las empresas tecnológicas resistían a la pandemia se convirtieron en una inversión refugio casi segura. Ahora, con la pandemia amainando, la gente está recuperando el ocio y desinvirtiendo parte de lo ahorrado.
- Miedo a una crisis económica: la inflación desbocada, así como las inminentes subidas de los tipos de interés, hacen prever un entorno económico de recesión o, al menos, desfavorable. Ante un contexto así se espera que muchas tecnológicas no puedan seguir manteniendo el ritmo de crecimiento y beneficios mostrado en los últimos años.
- Mercado volátil con algunas ovejas negras: el mercado se ha ido transformando hasta sufrir cierta esquizofrenia en la valoración de algunas empresas. Por ejemplo, cuando Netflix presenta unos malos resultados (por otra parte muy esperables tras una pandemia que nos encerró a todos en casa). ¿Es motivo suficiente para que las acciones de la compañía pasen de 700 a 170 dólares en medio año?
El futuro: aprender a separar el grano de la paja
Es difícil saber cuánto va a durar este reajuste, pero en ningún caso estamos en la misma situación que en los años 2000. Ahora, la mayoría de las puntocom que cotizan lo hacen ciertamente con valoraciones más basadas en sus proyecciones de futuro que en su actual valor, pero ese valor ya no es desdeñable como hace dos décadas, cuando simplemente era inexistente.
Al final los Amazon, Google o Apple están ya completamente integrados y asentados en nuestra sociedad y hábitos de consumo. Una caída temporal no significa que vayan a desaparecer de la noche a la mañana, porque los clientes ahora sí están ahí y los ingresos también.
Además, la mayoría de estas empresas continúan dando importantes beneficios que siguen utilizando, en parte, para la recompra de acciones, lo que siempre acabará revalorizando la acción. Una "triquiñuela" típicamente estadounidense que explica, en parte, por qué las acciones de ese país son siempre un valor más atractivo.
Lo más nuevo
No obstante, lo cierto es que todos nos hemos dejado arrastrar por el fervor tecnológico durante los últimos años, tal vez en exceso. Y se han tirado a la corriente del río muchos que ni siquiera saben nadar.
Es necesario saber ver que no todas las tecnológicas tienen cimientos sólidos detrás pese a que muchas hayan subido como la espuma durante los últimos años. Lo mismo sucede con las criptomonedas, o los inefables NFT. ¿De verdad tienen estos últimos un valor real o estamos ante un producto meramente especulativo? Es una discusión en la que se aceptan varios puntos de vista, pero desde luego elevar el valor de esos NFT a los varios millones de dólares de la noche a la mañana parece sencillamente disparatado.
Pese a todo lo dicho, convendría por último señalar que en el mercado bursátil, en especial en el tecnológico, los analistas buscan en muchas ocasiones un imposible de conseguir: el crecimiento infinito. Las valoraciones de muchas de estas empresas se basan en el número de clientes capaces de ganar en cada periodo, y aunque éste puede crecer, el crecimiento siempre tiene un tope.
¿Y ahora qué hago?
Si te has visto envuelto en esta espiral bajista lo razonable es siempre actuar con la cabeza fría y aplicar consejos básicos de inversión que siempre es bueno tener en cuenta:
- Un portfolio diversificado: dicho de otro modo, no pongas todos los huevos en la misma cesta. Puedes invertir una parte en criptomonedas, sí, pero siempre es conveniente que no metas ahí el total de tus ahorros. Siempre tienes que distribuir tus inversiones en diferentes productos. Lo mismo sucede con la bolsa, no inviertas todo en bolsa ni en una misma acción, diversifica.
- Tolerancia al riesgo: Tienes que ser consciente de cuál es tu tolerancia al riesgo a la hora de componer tu cartera. Si ahora estás escandalizado por haber perdido dinero en las cripto, es que no deberías haber invertido tanto en ellas. Si tienes un perfil conservador es mejor poner un porcentaje mayor de tus ahorros en productos más seguros como fondos garantizados, que no te ofrecerán tanta rentabilidad pero tampoco te darán sustos.
- Necesidad de circulante: Muchas de estas inversiones deben hacerse con el largo plazo en vista, por lo que si vas a necesitar el dinero pronto, replanteate invertir en bolsa o criptomonedas. Si tienes la presión de necesitar este dinero acabarás cometiendo errores como vender de manera apresurada.
- Utiliza la tecnología: Las inversiones han cambiado mucho en los últimos tiempos. Ahora tienes todo actualizado al segundo en la palma de tu mano. Programa alertas en el móvil, consulta tu cartera con frecuencia. Configura stop-loss para evitar pérdidas excesivas y estate al tanto de la actualidad en general para evitar, o por lo menos anticipar, caídas previsibles.