Death Stranding
Todo lo que necesitas saber sobre 'Death Stranding': en qué consiste, trama, 'Baby Bridge', multijugador, metáforas del juego...
'Death Stranding' generó una gran repercusión entre la comunidad de videojuegos nada más anunciarse. Que el creador sea Kojima influye, pero es que además estamos ante un juego único, dispuesto a revolucionar la industria. Como sabemos que el juego no es fácil de entender, aquí estamos nosotros para ayudaros y para resolver vuestras dudas.
| 21 Octubre 2019
Hay juegos que están destinados a marcar una época. Juegos que dan que hablar antes, durante y después de su lanzamiento, que se quedan en la retina de todos con el paso de los años. Los hay, pero muy pocos. Pero, escarbando un poco más, nos encontramos con juegos que, no contentos con todo lo anterior, sirven para crear un género, abren una nueva vía sobre la que explorar a partir de ahora. De esos los podemos contar con los dedos de la mano. Todo parece indicar que tendremos que usar un dedo más a partir de ahora, porque 'Death Stranding' ya está aquí.
La nueva creación de Hideo Kojima, el impulsor de la saga 'Metal Gear' y uno de los grandes nombres de la industria del videojuego, no dejará indiferente a nadie. Más que nada, porque sucede lo mismo con el propio Kojima. Alabado por muchos y odiado por otros, como cualquier genio que se precie, no cabe duda de que el aclamado diseñador japonés ha desarrollado en 'Death Stranding' una historia y un mundo que solo podían salir de su mente. Por eso, y volviendo al párrafo anterior, nos es imposible encuadrar un juego con unas pretensiones tan megalómanas en cualquier género. De hecho, el propio Kojima ya ha calificado su invención como el primer título de un nuevo género que ha denominado 'Social Strand System', así como mostrado su intención por lanzar más juegos con una dinámica similar para afianzar este estilo y crear escuela.
Así es 'Death Stranding'
Pero, más allá de intenciones futuras, vayamos a lo que nos interesa: ¿en qué consiste exactamente 'Death Stranding'? Buena pregunta, pero vamos a intentar sacaros de dudas, o al menos no sumergirnos en ellas como si nos hubieran cogido los EV (la frase tendrá sentido más adelante, lo prometemos).
Sam Bridges (Norman Reedus) es el gran protagonista de este juego de ciencia ficción postapocalíptico, y el encargado de una misión no demasiado sencilla precisamente: restaurar las Ciudades Unidas de Norteamérica, desoladas tras una serie de extraños acontecimientos y explosiones que dejaron incomunicadas a unas ciudades de otras y dieron entrada en nuestra dimensión a los Entes Varados (EV), unos seres fantasmales de los que costará mucho escapar.
Volviendo a la trama principal, el objetivo de Bridges es reconectar todas y cada una de las ciudades, para volver a unir a la población y crear de nuevo un país, o lo que debería esperarse de él. ¿Es 'reconectar' una metáfora? No, y mira que las hay en el juego. Es la palabra precisa, ya que Sam tendrá que ir por todo el territorio reactivando la Red Chiral, el sistema de comunicaciones que podrá unir a toda la nación de nuevo. Unirla a través de la red, claro, para poder comunicarse unos con otros. Que la unión sea real y que sirva para reconstruir el país, es algo muy diferente.
Entre otras cosas, porque no son todos los que quieren levantar de nuevo las Ciudades Unidas de Norteamérica. Lo vemos con el grupo Homo Demens, una célula terrorista que aboga por la independencia de las ciudades y la ausencia de tecnología que pueda conectarlas. No tienen un líder, se rigen por un ideal común a lo largo y ancho del territorio, lo que los hace todavía más peligrosos. Por si fuera poco, tienen retenida a Amelie (Lindsay Wagner), la hija de la presidenta de las antiguas Ciudades Unidas de Norteamérica, que a punto estuvo tiempo atrás de lograr el objetivo que se marca ahora Sam.
Lo más visto
Un mundo abierto lleno de posibilidades... y de peligros
Ahora nos toca a nosotros continuar el trabajo. Una tarea ardua, difícil y larga, sobre todo larga. Porque, como se han encargado de comentar una y otra vez los responsables del proyecto, 'Death Stranding' es un juego extenso, con un mundo abierto en el que conviene explorarlo todo mientras vamos de torre en torre reconectando la Red Chiral. Un territorio lleno de paisajes distintos, con inconvenientes de todo tipo que nos complicarán la aventura. Y no estamos hablando solo de los espectaculares accidentes geográficos, que más o menos podremos solventar mediante ítems y utensilios que iremos recogiendo (probablemente incluso haciendo pis, viendo los gameplays), o gracias a la ayuda de otros jugadores invisibles (ver más, en el apartado del multijugador).
Nos referimos a aquellos personajes que convertirán nuestro rutinario camino transportando la carga (sí, los chistes y comparaciones con Glovo no se hicieron esperar) en una auténtica odisea. Ya hemos hablado del grupúsculo Homo Demens, pero no de la organización MULE, cuya principal labor será tratar de robarnos la preciada mercancía que llevamos. ¿Qué podremos hacer cuando nos topemos con unos u otros? Huir o combatir. Sam cuenta con armas tecnológicas de primer orden, cortesía de la organización BRIDGES en la que ahora trabaja, y podrá combatir también cuerpo a cuerpo. Pero cuidado, la carga que lleve a la espalda podrá delimitar los movimientos del protagonista y convertirlo en un blanco fácil. Hay muchas expectativas puestas en el modo de acción de 'Death Stranding', y estamos deseando ver qué nos ofrece. Por cierto, el motor gráfico es Decime Engine, obra de Guerrilla Games y el corazón de uno de sus juegos predilectos, 'Horizon: Zero Dawn'.
No obstante, ni montañas o ríos ni Homo Demens o MULE, el mayor peligro al que nos enfrentaremos (dejando de lado a Cliff, el antagonista y un personaje imposible de explicar en lo que nos han ofrecido al respecto) son los Entes Varados o EV, cuerpos antimateria de otra dimensión. Cuando veas líquido negro o alquitrán, vigila, porque eso es que están próximos. Eso si no te han atrapado antes. Dentro de los Entes nos encontramos con los Gazers, los Hunters y los Catchers, de menor a mayor importancia y peligrosidad. Para combatir con ellos, dispondremos de granadas especiales o pistolas antiEV. Si no tenemos munición o nos hemos quedado sin armas, de nuevo podremos hacer uso de la ayuda de otro jugador, que saldrá en nuestro socorro sin participar directamente en nuestro juego (tranquilos, ya queda menos para llegar a la parte del multijugador).
Bebé Bridge, la gran sensación de 'Death Stranding'
Ellos podrán detectarte rápido, pero tú lo tendrás más difícil. Es ahí donde entra en juego uno de los elementos que más repercusión han generado durante todos estos meses previos al lanzamiento de 'Death Stranding', la figura del 'Baby Bridge' o Bebé Bridge, que, como su propio nombre indica, hará de puente entre el mundo de los vivos y el mundo de los muertos, alertándonos así de la presencia de los Entes Varados, a los que solo podremos ver gracias a este pequeño bebé que llevaremos en una incubadora. Un bebé que todavía tiene el cordón umbilical, y que está conectado a su madre de forma artificial mediante la Red Chiral. Y una madre, dicho sea de paso, que se encuentra entre la vida y la muerte, lo que hace que su primogénito también lo esté y que pueda conectar ambos mundos.
Hay muchas incógnitas sobre este personaje y su utilización por parte de la organización BRIDGES. Además, a lo largo de la historia, a medida que vayamos conectando su cordón umbilical a la Red Chiral para que no sé dé cuenta del engaño, nos conducirá a varios flashbacks para conocer mejor su historia.
Por lo demás, el Bebé Bridge siente y padece como un bebé normal. Si nuestro estado de ánimo cambia, el suyo también lo hará, así como si sufrimos golpes o caídas. Tocará en ese caso coger la incubadora y mecer a nuestro pequeño hasta calmarse. 'Death Stranding' y sus cosas.
Lo más nuevo
Un multijugador asíncrono que termina de culminar una experiencia única
Que 'Death Stranding' es un juego especial ya lo sabíamos antes de este artículo, pero tras más de 1.000 palabras explicándolo no queda duda alguna. Pero todavía falta por hablar de algo más, algo de lo que ya hemos dejado pinceladas por todo el texto. Se trata del modo multijugador, que no existe como tal. No podrás investigar con un amigo todas las Ciudades Unidas de Norteamérica, pero su partida influirá en la tuya sobremanera. Hablamos del multijugador asíncrono.
¿En qué consiste? En que cada partida está conectada como si de la Red Chiral se tratase. Por tanto, la decisión de cada usuario tendrá una importancia vital en nuestro camino. Por ejemplo, si estamos en una travesía complicada, quizás a lo mejor nos topemos con una escalera u objeto valioso que nos solucione la papeleta. Eso no estaba ahí antes, un usuario que pasó por la zona lo dejó en consideración con el resto de compañeros invisibles. También se pueden crear refugios, dejar armas o varias funciones más. Estamos solos, pero acompañados a la vez.
Eso sí, no estás obligado a ser un buen cristiano y ayudar al prójimo. También puedes no hacer nada y que el resto sufra tal y como has sufrido tú. Lo que Kojima espera es que no se use este multijugador para desatar el caos. "Vivimos en una sociedad", como diría el Joker, y la cooperación, o al menos no fastidiar al que viene detrás de ti, se antoja fundamental.
Con el paso del tiempo, se crearán rutas determinadas para atajar por determinados puntos y así evitar peligros. Se hace camino al andar, debió pensar Kojima. Ahora solo queda confiar en el buen hacer de los usuarios.
Una metáfora hecha videojuego
Como decíamos, en 'Death Stranding' juegas solo, pero no estás solo. O, visto desde otro punto, estás permanentemente conectado, pero estás solo. Esa dicotomía entre una sociedad tecnológica que lo absorbe todo pero que, en realidad, no evita la soledad, es una de las muchas metáforas y críticas sociales que alberga el nuevo título de Hideo Kojima. Los dos ideales por los que combatir (independencia o unión), el poder de la tecnología y su influencia en las relaciones interpersonales, la belleza de un mundo roto y sin esperanza...
'Death Stranding' es una metáfora en sí mismo. Una metáfora que ya podemos empezar a desgranar.