Samsung y LG presentan las primeras TV 8K

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Samsung y LG inician la carrera del 8K pero, ¿tiene sentido?

El 4K ya es cosa del pasado. Una vez extendido ya en muchas televisiones, el turno es ahora del 8K, la nueva tecnología que busca que nos compremos un nuevo televisor. Samsung y LG han dado el pistoletazo de salida a esta nueva tecnología, aunque el camino va a ser difícil. Lo analizamos.

Por Diego López García  |  30 Agosto 2018

La televisión de casa es un electrodoméstico delante del que pasamos muchas horas, quizás demasiadas, pero que no actualizamos tan frecuentemente como el móvil o el ordenador. Conscientes de ello, las grandes tecnológicas buscan ir introduciendo novedades que hagan atractivo el cambio de televisor. Algunas son una revolución, como cuando las teles pasaron a ser planas y todo el mundo cambió la suya, mientras que otras no han cuajado, véase el 3D. La última novedad en televisores, el 4K, ha conseguido despegar por fin: la rebaja del precio de las teles 4K junto al desarrollo de algunos contenidos en plataformas de streaming o videojuegos han impulsado que la mayoría de los consumidores apuesten ya por estos modelos.

LG y Samsung, por su parte, están pensando ya en el siguiente paso, y en el IFA de Berlín han presentado sus primeras apuestas por el 8K. No son las primeras televisiones en 8K (Sharp ya ha lanzado un modelo Aquos 8K al mercado este año), pero sí parecen marcar el pistoletazo de salida en la carrera del 8K, que se intensificará a partir de 2019.

Las resoluciones de televisión: del HD al 8K
Las resoluciones de televisión: del HD al 8K Samsung

¿Qué es 8K?

Si una televisión 4K tiene una resolución de 3.840 x 2.160 píxeles, los televisores 8K tienen el doble de resolución, es decir 7.680 x 4.320. En la práctica, esto son cuatro veces más de píxeles. Si la pantalla tiene las mismas dimensiones, significa que se están metiendo cuatro veces más de píxeles en el mismo tamaño, es decir, aumenta la densidad de píxeles. En la práctica, esto se traduce en imágenes mucho más nítidas.

¿Tiene sentido el 8K?

Si has hecho los cálculos, una pantalla 8K tiene que mover más de 33 millones de píxeles. Para ello, necesita un procesador gráfico con una potencia considerable, que actualmente son todavía escasos y caros. No sólo eso, para poder disfrutar de contenidos 8K es necesario disponer de contenidos 8K. Aunque algunos eventos deportivos ya se graban en estas resoluciones, no se distribuyen como tal. Por eso, las televisores actuales 8K juegan con la "trampa" del escalado, asegurando que gracias a la Inteligencia Artifical pueden transformar contenidos 4K a 8K "al vuelo". En la práctica, para disfrutar de un contenido 8K real es necesario disponer de ese contenido a esa resolución, y actualmente no existe o es escasísimo.

Además, hay que tener en cuenta que llega un punto en el que, a cierta distancia, el ojo humano es incapaz de distinguir entre una resolución u otra. Por eso, las televisores 8K actuales son dispositivos enormemente grandes. Notarás la belleza del 8K en una tele de 80 pulgadas, pero no apreciarás nada distinto al 4K en una de 32.

8K: lo que nos puede deparar el futuro

Distribuir contenidos en 8K es, además, muy caro. No existe actualmente soporte físico capaz de almacenar con rapidez y a un precio asequible contenido en 8K. En streaming, es difícil creer que se apueste por un ancho de banda superior para transmitir unos contenidos que dificilmente serán disfrutables por el gran público en su hogar.

Es difícil que el 8K termine cuajando en el mercado doméstico. Sin embargo, sí tiene futuro en la distribución profesional. No cuesta imaginar un futuro reciente en el que los bares inviertan en televisores enormes en 8K donde poder disfrutar de partidos de fútbol con un detalle y calidad hasta ahora nunca visto. Lo mismo podría suceder en cines, donde los distribuidores terminarán por sustituir los proyectores por las pantallas clásicas.

En el hogar, el 8K tendrá sentido en aquellas ocasiones en las que nos situamos más cerca del televisor, básicamente a la hora de utilizar las consolas de videojuegos. Aquí, el camino será más largo, porque si a PS4 Pro y Xbox One X ya les cuesta mover resoluciones 4K a ratios de frames decentes, hacerlo en 8K se antoja ahora mismo como un futuro muy muy lejano.

Así son las apuestas de Samsung y LG

Volviendo al presente, las apuestas de Samsung y LG por el 8K son dispares, pero a la vez continuistas con su actual tendencia. LG ha presentado el primer televisor OLED 8K del mundo, en un tamaño único de 88 pulgadas. Por ahora es una televisión más aspiracional que real pero combina las bondades del 8K con la tecnología OLED. A día de hoy LG sigue siendo la marca que mejor trabaja paneles OLED de grandes dimensiones, y prácticamente la única, ya que suple de paneles a muchas otras marcas. Los OLED son capaces de ofrecer un mayor contraste y negros más puros, con un consumo eléctrico reducido. LG estima que en 2022 se venderán 5 millones de televisores 8K, y espera poder colocarse como la marca preferida en la gama alta.

Samsung lanzará este mismo 2018 sus primeros QLED 8K al mercado.
Samsung lanzará este mismo 2018 sus primeros QLED 8K al mercado. Samsung

Samsung, por su parte, sigue apostando por su propia tecnología, que ha bautizado como QLED. Sin entrar en la batalla de las siglas, lo cierto es que Samsung sí ha presentado tres modelos de televisor que llegarán al mercado este mismo año, y se pondrán a la venta en España en octubre a un precio aún por determinar. Con tamaños de 65, 75 y 85 pulgadas, los QLED 8K de Samsung, que será la gama Q900R, ofrecerá además las siguientes novedades:

  • Un mayor nivel de brillo que puede llegar a alcanzar los 4.000 nits, algo hasta ahora inédito en un televisor comercial
  • Tecnología Q HDR 8K con HDR10+
  • Escalado 8K AI Upscaling creación propia, para mejorar la calidad de las imágenes
  • Procesador Quantum Procesor 8K capaz de mover estas resoluciones
  • Un único cable de 5 metros que llevará la alimentación óptica y eléctrica

Está claro que el 8K no va a ser el regalo estrella de estas navidades, pero las marcas están empezando a prepararse para una carrera que tendrá como punto álgido los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Seguiremos su evolución.

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