Sarco, la cápsula para un suicidio libre y sin asistencia que ha abierto un debate moral

Sarco, la cápsula para un suicidio libre y sin asistencia que ha abierto un debate ético

En Suiza han lanzado una cápsula impresa en 3D con la que poder llevar a cabo un suicidio libremente y sin necesidad médicos alrededor. Sin embargo, la legalidad y moralidad de esta creación han abierto un debate muy importante en un país que no ha aprobado la eutanasia.

Por Jon Irisarri  |  15 Diciembre 2021

El suicidio es uno de los temas más delicados de la actualidad. Pese a estar presente en nuestra vida cotidiana, siendo una de las principales causas de muerte entre los jóvenes, no recibe la atención que merece. Por un lado, es un tema tabú en los medios de comunicación, que tratan de ocultarlo como si no existiese, y por otro, el dolor que supone hablar de ello hace que sea un problema que no se discute y se evite buscar soluciones para atajarlo.

A esta cuestión se le añade otro tema complejo como es el de la eutanasia. En este caso, Guillermo Córdoba, periodista experto en el tema, afirma que "es una persona autorizada quien decida acabar con la vida de un paciente que desea morir." Bien por dolores o por una enfermedad que no le deja vivir con dignidad, la eutanasia ha sido una alternativa con la que poner fin a la vida. Esta solución, que choca con ideales religiosos, ha sido objeto de un intenso debate en multitud de países, como es el caso de España, quien la aprobó en 2021. De hecho, que sea un tercero el que provoca la muerte del paciente ha generado una gran discusión, y en varios países es ilegal por dicha razón. Es el caso de Suiza, donde la eutanasia es ilegal pero el suicido asistido está permitido, ya que la muerte es provocada por uno mismo.

Pues bien, en Suiza el suicidio asistido se lleva a cabo a través de la ingesta de líquidos, todo ello asistido por un médico. Sin embargo, la cosa ha ido más allá. Philip Nitschlke, fundador del proyecto Exit International y uno de los más firmes defensores de la eutanasia por todo el mundo, ha creado mediante impresión 3D una cápsula que provoca la muerte de forma rápida. Quien se introduzca dentro de la máquina, repleta de nitrógeno, estará expuesto a que se elimine todo el oxígeno de forma rápida y llegue a fallecer en apenas 10 minutos. El mecanismo de la cápsula es activado desde dentro, y si existe cualquier contratiempo, hay un botón de emergencia con el que poder salir.

¿Qué tiene que ver esto con Suiza? Pues que Nitschlke aseguró a medios del país que la agencia reguladora suiza Swissmedic se estaba planteando legalizarlo, lo que ha generado un duro debate moral en el país. Swissmedic ha negado esta afirmación, pero no ha conseguido hacer olvidar la polémica.

Meterse en una cápsula para acabar con tu vida por falta de oxígeno suena cruel. Aunque sea por decisión de uno mismo, impacta a todo el que atiende a la noticia. Además, la complejidad y delicadeza del tema hace que su legalidad se ponga en entredicho desde el primer momento. De hecho, la propia Sarco preguntó a Daniel Hürlimann, experto en legalidad, acerca de si la creación de la cápsula podía romper alguna ley suiza. Este investigador dedujo que este mecanismo no era un dispositivo médico, por lo que no iba a estar cubierto por la ley de productos terapéuticos suizos. Sin embargo, otros análisis como el de Exit International (fundación de Philip Nitschlke) concluían que esta máquina no viola las leyes suizas de suicidio asistido. En definitiva, el debate legal es una realidad, y la aparición de esta nueva idea va a suponer un punto de inflexión para todos los países que discuten acerca de leyes sobre la eutanasia o el suicidio asistido.

Diseño de Sarco
Diseño de Sarco Sarco

No obstante, el verdadero punto clave de todo esto es el debate moral. Una vez que este plano sea superado, la resolución legal sería mucho más fácil de tomar y de aceptar por la sociedad. Pero por ahora, la creación de una cápsula con la que facilitar el suicidio no tiene ni de lejos el respaldo de la opinión pública. Si el suicidio asistido o la eutanasia han causado un gran debate, esta cápsula supera todos los límites establecidos hasta la fecha.

El peligroso concepto de 'embellecer el suicidio'

Uno de los aspectos que más condicionan la moralidad de la cápsula de suicidio asistido es la idea de que 'embellece el suicidio'. La apariencia de la máquina, la cual tiene forma glamurosa y parece un coche lujoso, ha recibido numerosas críticas. Y es que esa forma tan atractiva hace que el suicidio se vea como algo positivo o bello, en lugar de ser conscientes de lo que supone. Ahora bien, quien esté dispuesto a poner fin a su vida, ¿de verdad se verá influenciado por la forma que tenga la cápsula? Las causas van mucho más allá.

Eliminar toda burocracia y desmedicalizar el suicidio asistido, ¿es positivo?

El verdadero punto trascendental, que cambia las reglas del suicidio asistido, es la intención del creador de Sarco. El doctor Philip Nitschke busca que se eliminen las revisiones psiquiátricas y que se pueda desmedicalizar el proceso, logrando que el individuo controle el método por sí mismo. Es decir, el autor defiende que la elección del momento de la muerte de cada uno es un derecho, y que todo el mundo debería llevarla a cabo en libertad y sin trámites burocráticos. De hecho, Nitschke ha creado un diseño de la cápsula que ha dejado abierto para que cualquiera lo pueda descargar libremente.

Esta idea es la que cambia el suicidio asistido por completo. De ser un acto medicalizado, controlado por expertos y parecido a la eutanasia, pasa a ser una forma de suicidio que se puede tomar en cualquier contexto y sin ningún control. Además, Guillermo Córdoba, afirma que "el suicidio es prevenible, y que donde se debería trabajar es con el apoyo de los profesionales y las ayudas públicas."

Con esta nueva idea se logra lo contrario, facilitando aún más una idea suicida. Si la apariencia de la cápsula podía ser algo no demasiado relevante, esta idea de facilitar el suicidio hasta tal punto sí que puede condicionar y fomentar un 'contagio de suicidios'. Ahora bien, "no debemos olvidar que es atípico encontrar impresoras 3D de tal tamaño en los hogares, así que no parece un objeto fácil de obtener", nos cuenta Guillermo. Pero, con o sin impresora, la cuestión es lo peligroso de un invento que rompería los límites del control médico. Y es que la cápsula, al final, es "una opción sencilla e indolora a una persona con ideas suicidas", la cual vive "en una situación de sufrimiento en la que no ve alternativas, como en una visión de túnel".

¿Qué lo diferencia de la eutanasia? ¿Por qué una sí y otra no?

La idea de Sarco ha planteado un debate en suiza sobre el suicidio asistido que puede cambiarlo todo en el país helvético. ¿Es coherente que el suicidio asistido sea legal y la eutanasia no? ¿Que sea un tercero el que efectúe el fallecimiento del enfermo, que es lo que plantea la eutanasia, condiciona tanto su moralidad y legalidad? Como decimos, la agencia reguladora suiza Swissmedic ha negado cualquier relación con Sarco, y menos su aprobación, pero los rumores ya han entrado de lleno en la sociedad suiza, que se pregunta por qué se habla de una máquina con la que poder suicidarse sin la ayuda de un médico, pero no sobre legalizar la eutanasia controlada por un experto.

Una persona incapaz de tomar decisiones no puede dejar que un ser querido tome la decisión de poner fin a su agonía, pero cualquier persona con plenas facultades puede quitarse la vida sin un seguimiento médico. La moralidad que se otorga al hecho de tomar la decisión por uno mismo es excesiva, y es que lo más importante de estas decisiones tan delicadas es que el paciente deje de sufrir una vida indigna. En lugar de mirar quién lo provoca, lo fundamental es poner el foco sobre el paciente y las necesidades de este.

Si tienes pensamientos suicidas y necesitas ayuda, puedes llamar al Teléfono de la Esperanza (717 003 717) o al Teléfono Contra el Suicidio (911 385 385). También puedes encontrar información sobre la prevención del suicidio en papageno.es

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