Usan a Alexa de Amazon como testigo de un homicidio

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Alexa, el asistente de voz de Amazon, podría ser clave para resolver un asesinato en Estados Unidos

Tras el homicidio de una mujer en Estados Unidos, las autoridades solicitaron a Amazon las grabaciones de un dispositivo Echo que podría haber registrado los minutos previos al crimen. Amazon ha accedido y las pruebas se están analizando, pero ¿cuáles son entonces los límites entre la privacidad y la justicia?

Por Álex García  |  05 Noviembre 2019

Por ahí dicen que la tecnología nos está superando. Hay ya pocas cosas que podamos hacer sin ser observados. Cámaras de seguridad por todos lados, micrófonos en prácticamente todos los dispositivos electrónicos, potentes rastreadores de actividad en la web, 'biohacking' al estilo de la serie 'Years & Years'... Cometer un delito nunca fue tan complicado. Ahora, incluso aparatos que no están diseñados para la seguridad, pueden ayudar a resolver crímenes. Te lo explicamos.

El Amazon Echo que podría esclarecer un crimen

Un altavoz inteligente de Amazon podría tener la respuesta a los interrogantes surgidos en torno al asesinato de una mujer en Florida (EE.UU.). Con la ayuda de su asistente de voz conocido como Alexa, la policía de este estado pretende escuchar lo ocurrido durante los últimos minutos de vida de Silvia Galva, una mujer de 32 años. Gracias a que esta mujer era usuaria de los dispositivos de Amazon, la policía podría resolver el crimen.

Los  Amazon Echo son dispositivos que facilitan algunas tareas del hogar.
Los Amazon Echo son dispositivos que facilitan algunas tareas del hogar. Amazon

La mujer fue asesinada en su residencia de Hallandale Beach, Florida. El único sospechoso es Adam Reechard Crespo, quien era su novio y estaba presente durante todo lo sucedido. Según los informes policiales, Silvia Galva recibió un impacto de arpón en su pecho que se le clavó y le provocó la muerte.

Según el diario Sun Sentinel, Adam Crespo declaró a la policía que el día de la muerte de Galva, ambos se encontraban en una acalorada discusión dentro del domicilio de esta. De repente, el hombre dejó de mirar y cuando se volvió a dar la vuelta, vio que Silvia tenía el arma ya clavada en el pecho. Inmediatamente y al ver que la herida "no era muy profunda", Crespo le extrajo el arpón, desangrándola y causándole la muerte.

Las grabaciones de Alexa podrían tener las respuestas

Las autoridades de esta localidad playera, al registrar el apartamento, se percataron de la presencia de un altavoz Echo de Amazon y solicitaron a la gran multinacional las últimas grabaciones del dispositivo. Es posible que Alexa, el asistente inteligente del Amazon Echo, haya registrado las últimas palabras de la fallecida y del sospechoso antes de que se produjera el suceso.

Alexa es un asistente inteligente capaz de recibir órdenes y de obedecerlas.
Alexa es un asistente inteligente capaz de recibir órdenes y de obedecerlas. Shutterstock

Amazon ya facilitó a la policía varias grabaciones, aunque las autoridades al parecer no han terminado de analizarlas. No obstante, la tarea para los investigadores no será nada fácil. Como ya comentamos en este medio, Alexa trajo para este año varias mejores en materia de seguridad y privacidad. Por ahora, sabemos que para haber registrado algo, el asistente de voz tuvo que haber oido la palabra 'Alexa' para empezar a grabar.

Entonces, a menos de que la fallecida Silvia Galva haya pronunciado la palabra mágica (eso no lo sabemos), es muy difícil que Alexa haya podido registrar algo. Aunque, por supuesto, esa es la teoría. Todavía está por verse si la policía es capaz de rescatar algo. De momento, el sospechoso acusado de homicidio doloso fue puesto en libertad provisional tras pagar una fianza de 65.000 dólares.

No es la primera vez

En enero de 2017, dos mujeres aparecieron muertas a la entrada de su casa en New Hampshire a causa de varias puñaladas. El hombre acusado del asesinato de las dos se declaró inocente. Al conocerse que Amazon estuvo presente en la escena del crimen en forma de Echo, el juez del caso ordenó a la empresa entregar las grabaciones del dispositivo de los momentos previos al presunto asesinato.

Han sido varios los crímenes en los que un Amazon Echo ha entrado como testigo.
Han sido varios los crímenes en los que un Amazon Echo ha entrado como testigo. Shutterstock

No solo eso. El magistrado a cargo del caso también se interesó en las conexiones de datos que se habían establecido entre todos los dispositivos Amazon que había dentro de la casa. En su momento, la investigación generó muchas polémicas. Amazon, que si bien dijo no querer obstruir a la justicia, puso varios impedimentos para entregar información con el fin de proteger los derechos de privacidad de sus clientes.

Tanto el caso de Florida como el de New Hampshire ponen sobre la mesa el eterno debate entre la justicia y la privacidad. Otro caso sonado fue el de la matanza de San Bernardino en California en el año 2015. En esta ocasión, fue Apple quien se negó a desbloquear el iPhone 5s del asesino, que hubiera podido ser clave para la investigación. Para la compañía, el FBI básicamente quería la llave de todos los dispositivos, algo que no podían permitir.

¿Está la justicia por encima de la privacidad?

Para nadie es un secreto que la privacidad[i]nuestra privacidad está más en riesgo que nunca. Está tan claro, que algunos ya nos resignamos. Nos importa tan poco, que nunca más volvimos a leer los dichosos 'términos y condiciones' de prácticamente nada. Siendo víctimas de nuestros propios inventos, estamos expuestos ante absolutamente todo, incluso ante un asesinato que nos diera por cometer (ojalá que no).

Privacidad e Internet siempre han sido dos conceptos que juntos han generado mucha polémica.
Privacidad e Internet siempre han sido dos conceptos que juntos han generado mucha polémica. Shutterstock

La tecnología es siempre uno de los primeros 'testigos' a los que acude la policía la hora de investigar un crimen. Lo que genera gran controversia es saber hasta qué punto sus requerimientos están vulnerando los derechos de privacidad de las personas. El Estado y las autoridades son poderosos, pero más lo son las grandes multinacionales propietarias de dispositivos como los de los casos mencionados. Aquí es cuando empieza la polémica, pero no termina.

Más allá de la lucha entre las autoridades y las grandes empresas, está la opinión de las personas. En muchas ocasiones, la defensa de las empresas no es por la privacidad de sus clientes, sino por sus propios intereses. Y de la misma manera, a veces el Estado se mete más de lo que debería en nuestras vidas. Entonces, en casos cómo estos, ¿dónde debemos trazar el límite?

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